La arquitectura es el arte y técnica de diseñar, proyectar y construir edificios y espacios públicos. Es una pasión, algo realmente bonito con lo que poder disfrutar y ser feliz.
Hasta el momento, me he enfrentado con proyectos en los cuáles tenían un programa o mínimas directrices y menos limitaciones, ya que se trataba de espacios más libres y abiertos. El afrontar un proyecto con estas condiciones es algo que tenía ganas, es un reto que superar. En un inicio, al ver el solar y sus posibilidades no sabía muy bien por donde empezar. Después de analizar el barrio, la evolución histórica del solar y sus alrededores, con varias referencias empecé a trazar bocetos a mano con la intención de ir conectando y sacando relaciones. Cuando empiezas a mirar y analizar el solar más profundamente, es cuando encuentras los problemas y limitaciones. En primer lugar, la posibilidad de edificar a ambos lados de una manzana ya existente puede parecer un problema, pero termina siendo una virtud ya que la manera de relacionar ambos solares de una forma especial puede convertirse en la esencia del proyecto. Respecto a los solares vistos en planta, vemos que uno está mucho más limitado que el otro debido a su forma. También, respecto a las viviendas colindantes, existe el problema de que algunas tienen ventanas que dan al solar, por lo que dificulta la propuesta.
La relación entre ambos solares puede verse de distintas formas. Desde la Calle Baja, a ambos lados de la parte ya construida, se pueden ver dos fachadas que guardan una relación entre ellas lo cual a simple vista te da pistas de que se trata de un mismo proyecto. Por otra parte, existe una relación entre dos amplios espacios públicos, entre dos plazas, entre la Calle Baja y la Calle Salinas. Esta unión se produce por medio de un paso que conecta ambos lugares de forma directa. Otra relación existente respecto al tema funcional es la existencia de una sala polivalente, situada en el solar alargado, y que cualquier vecino que resida en las viviendas de nueva construcción puede hacer uso de ella. Esta sala, situada en la parcela alargada, dando a la Calle Salinas, está edificada en planta baja ya que las ventanas impiden construir más alturas. El problema que surge es con la preexistencia de la muralla árabe, que tiene una altura de baja más dos plantas. Una solución podría ser la de crear una falsa fachada gruesa, con la intención de trasladar la idea de algo macizo, algo sin ventanas, recordando por completo a la muralla.
Estos bloques de edificios, podrían ir destinados a gente joven ya que es un barrio con mucho ocio nocturno, para personas mayores por la cercanía a un Centro de la Tercera Edad, o incluso para artistas o músicos jugando así con la sala polivalente. Después de hacer un planteamiento inicial de las viviendas, hay un total de 36. Las plantas bajas de los edificios, a excepción del paso, están edificadas y destinadas a comercios o zonas comunes.